***
Pestañas persas, flor
de la mandrágora viva,
raíces de noche y fuerza
gracilmente son tus pupilas,
a mariposas, a viento,
a recién cortada menta
cuando abres la sonrisa
tu voz fugitiva suena.
Pasionaria quina del ensueño,
surten los abriles enhebrados
en tu boca de guitarra entreabierta.
Suben a tu rostro torbellinos,
maridaje rojo de labios y fresas
y cuando eso ocurre ante mis ojos
la suavidad de tus dientes es inmensa.
***