¿Por qué los poetas no tienen una estrella en la frente,
o un resplandor visible,
o un rayo que les salga de las orejas?
Jaime Sabines
Andar por un sendero no pensado,
tener por una estrella, carne viva,
remar mi triste balsa boca arriba
y ser de mí yo mismo desterrado;
pretendo que escribir me ha sido dado
por gracia o maldición; pero uno liba
la costra del amor con la saliva
y escupe en un papel lo saboreado.
Capricho de a natura soy poeta:
soy tinta derramándose en un viaje
que no terminará hasta que me muera.
La vida y el amor son una treta,
son obra donde estoy en personaje
de mito y realidad, como cualquiera.
Marco Quezada