A un costado de tu almohada
se acurruca un suspiro y un anhelo
para acariciar las horas de tu sueño
y surcar suavemente
tus labios, y tu cuerpo…
Es caricia furtiva
que se adentra en los caminos de tu pecho
para encender la hoguera
y consumir
los deseos que guarda tu lecho.
Es fantasía entretejida
entre brisa, cielo y luna
para arropar tu piel
y estremecerte
con pasión y locura.
Es beso, caricia y poesía
lo que mi piel te ofrece
Vida mía.