ROSA...
Tu... de todas las flores
la más dulce y amorosa.
Ven endulza toda mi alma
que de padecere llora.
Bañame en el rocio
que tu tierna tez aloja.
Limpia la negra congoja
que a mi corazón azota.
Congojas de negros velos
de mil espinas venenosas
De traición y cruel desvelo.
Pántano de piel leprosa.
Donde no hay un alivio
para mi pena de ahora.
Donde no hay jardín florido
en que se encuentre una rosa.
Rosa que mitigare
esta herida dolorosa.
Con solo ver su belleza
con solo tener su aroma.
Por eso rosa...
quiero pedirte de alma
de corazón en la boca
que me des si quieres darme
la paz que mi pecho fiel añora.
Dame tu tenue perfume
y con el, dame la gloria.
Pues gloria es para el que sufre
el perfume de una rosa.
Viéndote en el jardin
siento tu humildad piadosa.
!Cuan quisiera para mi
tener tal virtud de roca!
Que sé bien será el escudo
contra esta pena que ahoga.
Bálsamo que en tu mundo
inmuniza y da victoria.
Quiero tu frágil ternura
tu ser y tu faz hermosa.
Que convierta mi amargura
solo en capullo de rosa.
LEO HENRY