Descansa, mientras me acerco, Festeja, mientras me alejo; la reciprocidad está al acecho, desde el balcón de nuestro idilio:
Una noche de estrellas y estelas, de sedas y telones ilusores, seductores. Mi noche más incierta, ¿quién la imagina?, a mi arribo, mi olvido; a mi recibimiento, mi presentación, con un lirio y un espino, un abrazo y un bofetón; un beso y un mordisco, un instante de pasión, y un romance de improvisación, mi despedida augura la herida, mi oración alivia el corazón, la razón llama el quebranto; la fe es la solución, y el desahogo mi intención.
Difusa y risueña siempre tan distante, ajena y serena, quisiera tocarte, ¡fuera!, de esta prisión de encantos, de este enjambre de fracasos y peligros incautos, estrecho tu mano y te ejemplifico, ¡zapatera!, tómate una siesta y piensa, vacila y oscila sobre la delgada línea de la opresión; cavila y recita en tu testa, este entorno apesta y domina. Es el infortunio de esta noche oscura y fría.
Sofisticada e imponente, mantenme a un lado, al margen de tu pecado. Me encantaría descifrar tu figura retórica, y tu mente diligente e inteligente, inmensa y dispersa; ¡sofisma de histeria!
Unas cuantas copas y me abandonas, tras rimas egocéntricas.... te marchas, Sra, Srta. Luna, ¿me acompaña?, resida en mi morada, y ayúdeme a olvidarla o aproximarla, ¿conoce usted la voluntad del Señor?
Redime mi maldición y transfórmala en bendición, Sra, Srta. Luna, sea bondadosa con este servidor, y revele su intención, pues sólo espero el día de su conversión, donde sólo el humo de mi respiración, la embriague de valor y respeto. Amor y dedicación desde mi pecho........prometo brindarle. Instaura sus verdaderos principios, y aparta el mal de su camino, lleva la tranquilidad a su alma, Luna, Srta. Luna,¿me escucha?, dígale al santísimo, cuéntele este suceso idóneo y sorpresivo, ya que, estoy satisfecho con su cadera reinante, su rostro despampanante, diosa de millones, rizada fragancia de rosa, fundida en mi prosa, esbelta y dadivosa,¿me envolvió en su corazón?.
Veo en ella..... Lo que usted al sol, lo que su estrella a la marea, ¡querida Luna¡ amarga diversión, que sólo el purísimo podrá definir en el transcurso de mi oración, insomnio de incertidumbre, ¿dónde se encuentra la mansedumbre de esta amable mujer? Manifiesta tu gracia, ¡OH Dios!, pues en ti, he encomendado mi pasión y mi desvelo, mi sueño y mi objetivo, ya es de día, y la penumbra me asombra con un arco iris de gracia tras su mirada veo el resplandor de tu finura, ¡OH Dios!
Sra. Luna espero traiga su encomienda, y le diré a Dios, en mi pensamiento guarecido, escondido, y titubeante, las aberraciones constantes de esta época, donde el dinero margina y la capacidad se marchita, disculparás mi imperfección, diré al rey, sellemos el progreso y la entrega de un mundo impío, yo, estoy muerto peor que un reo, hoy somos dos, mañana millones de legiones, elige y decide, actúa pues ya se acerca la hora de este complot, ¡OH Dios!
POR: CAMILO ANDRËS MEDRANO FERNANDËZ