¿Pueden ver la magia de este amanecer?
El cielo florecido de cantos azules
como el trinar de tantas flores
que en tu caricias parecen crecer
hasta llevar mi espíritu a las nubes
como aquel día, mujer
que mis brazos despertaron amores
de los que se besan sólo una vez
bajo las estrellas, al ritmo de tambores
esondidos en silencio, te tuve
y tú a mí, me robaste la piel,
el corazón, la mirada, mis deseos
todo mi ser lo puse a tus pies.
No te muevas, quiero robar tu imagen,
eso es, una sonrisita, ¡gracias!
Me voy, te paso buscando esta tarde.
Sí ya sé, es viernes de helados,
¡claro, a mi también me gustan!
Pero, ¿sabes? Tú me encantas más.
Ella me besa cada mañana,
luego se va a trabajar a la oficina,
allá donde la conocí,
a mi me votaron, "esposos no pueden..."
Mejor me apuro, porque si me quedo aquí
viéndola, seguro que me bajo,
y me quedaría en la casa, como la otra vez,
casi que nos despiden
aunque no me hubiese importado,
trabajos se consiguen
pero una mañana contigo, solos
con el mundo entero para los dos
sería de todos...el mayor regalo.