Que tan cerca está diciembre y a su paso,
traerá a muchos cosas lindas y a otros un paladar de bagazo;
porque el último mes a unos les compensa la faena,
pero para otros, en cambio, cada día es diciembre y diciembre es una pena
llevada no solo afuera en lo que le rodea;
diciembre ni siquiera existe, créalo o no lo crea.
Y es un castigo anual para innumerables humanos saber
que si existe un diciembre, pero que viene a demoler
almas deseosas de que el famoso mes no exista,
corazones que desangran ante el día de la gran vista,
del nacimiento del niño divino, por una estrella alumbrado
quien, algunos no saben ni que nació, ni de la historia que se ha contado.
Diciembre… felicidad de millones a nivel universal
y de otros la tristeza, la melancolía, el mal;
La agonía tan extensa para quienes han de saberlo
porque, si acaso comen y si comen, es como si no hubieran de hacerlo.
Diciembre… diversión, celebración, alegría y contento;
depresión, dolor, lágrimas, llanto y lamento.
Suficientes se preguntan: para qué una existencia
si no hay igualdad, predomina la maldad y la inconsciencia;
Para qué fue que inventaron la moneda, el dinero;
sería para abusar y que viva el último y el primero?
Porqué unos tienen que comer mejor que los demás
¿de verdad existe un Dios y de verdad nos trae paz?
Es posible existir un Dios de igualdades
cuando unos tienen mucho y otros, solo adversidades?
Diciembre… tienes nombre para todo el que te conoce,
y algunos por saber, en esa oscuridad, no quieren que sean las doce.
Diciembre que has sido, por siglos, celebraciones que se dan,
Eres con ciertos humanos verdugo,
de los que desconocen regalos y, si acaso, prueban pan…
Alviz Neleb
Noviembre 29 de 2011
9:38 a.m. - Martes