Miles de cuerpos arrodillados,
Ante la Madre del Dolor,
Mi Madre, Nuestra Madre,
Solo tú podrás salvarnos.
-No hemos aprendido a vivir-
Pero si aprendimos a entender
¿Qué más deberá suceder?
Si ya mi cuerpo y alma han de perecer.
Entero en llamas,
Me entrego a mi Dios,
-¡Por favor, dame paz!
Dime que si me amas,
Que hijo tuyo soy,
Dame en tu Piedad un descanso,
Y llévame a tu paraíso de Amor…