Qué desolación se siente cuando se pierde la fé,
en éso en lo que ponías tu corazón, tus oraciones,
darte cuenta de que no es lo que se decía ser.
La verdad hiere, libera de dudas, sí, pero hiere...
Lastima cuando hace que veas la "verdad" de las cosas,
pareciendo que, siendo Verdad, distorcionara todo lo conocido,
volviendo lo conocido en mentira, deseando que la mentira sea Verdad.
Haciendo que el verde brillante se vuelva pálido y desagradable...
No es que quiera seguir viviendo en Fantasía,
pero ver la Verdad de las cosas, los pensamientos, los seres,
se vuelve tan pesado, tan doloroso, tan mal intencionado...
sobretodo, cuando no tienes a quién contarle lo que tus ojos, ahora sin venda,
logran ver más allá de lo que quieren ver...
Y al no ver a nadie más con esas dudas,
¡¡tú mismo dudas de lo que tus ojos ven!!
la mente, confundida entre lo inculcado y lo recién descubierto,
busca desesperada un "punto medio", ése con el que pueda vivir,
pensando de manera conveniente "esto puede ser cierto, esto otro no".
Pero no se trata de las "convenencias", si no de aceptar lo correcto... lo cierto...
pero... ¿ y si mis ojos sí se equivocan ?
y allí está de nuevo la duda, de en qué creer otra vez...
Cuando enfrentas todo eso sola, es cuando por tu cabeza pasa la idea
de volver a tener esa fé ciega en lo que antes de ver la Verdad tenías,
deseas poner de nuevo esa venda y regresar a la Fantasía, ignorando la realidad.
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meny♥
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