Detente y lee atenta
y presta atención solemne
a ti mujer que te amo
pero a la vez mas te desprecio.
Pero es que ya no comprendo
que es lo que entre tu y yo hay
me dices que me amas tanto
y ahora me tratas mal.
Si eres como lo dulce
en ese amargo café
y eres como el ajenjo
que no vive entre la miel.
Si todos lo atadijos
los causan lo opinión
de la gente entrometida
que moran alrededor.
Escúchalos cuando hablan
amables de nuestro amor
cuando es el veneno impío
que nubla la relación.
A veces en la escapada
Enjeriendo copas de mas
regalo atención completa
a lo que dicen de ti.
Y tú con tus camaradas
en esas tardes de te
le multiplicas la importancia
a lo que hablan de mi.
Cuando en si las decisiones
las ejecutamos dos
porque escuchar la cizaña
de esos que hablan de mas.
Pero ve que nuestras contiendas
es por ver quien desposta mas
en la guerra de titanes
donde ni vencido ni vencedor hay.
Ahora la gran pericia
me informan a mi que aquí
existe amor de mentiras
o quizá engaño de verdad.
De tantas bocas que hablan
que nos hacen siempre virar
nos manejan a su antojo
y hasta nos dicen donde parar.
Los consejos son las vitaminas
que hacen muy bien su efecto
pero cuando son demasiadas
dan avitaminosis.
Pues la manzana podrida
que hecho a perder el gusano
es la bacteria maldita
que hiere y no en vano.
Y el jugo de ese manzano
inyectado por chismes tiranos
ha sido la gota de agua
que ha rebalsado el vaso.
Diógenes y su lámpara
perdía el tiempo yendo
buscando de tierra en tierra
solo a un hombre honesto.
Primero acabo su aceite
y su tiempo de existencia
y jamás encontró al fulano
que fuere una excelencia.
Unos saben por espejos
lo que otros por experiencias
que es amargo e ingrato
el resultante de los chismes.
Y ve que el que te pongas de frente
heridas siempre abrirá
pero si nos ponemos de espaldas
tampoco las cerrara.
(En fin) Para que quiero la vida
si no estás a mi lado
y para que te quiero a mi lado
si me amargas toda mi vida.