Y cómo olvidar que tu cintura es de fuego
y tus besos son la leña que enciende
para no apagarse con el viento
sino para encender en mi frío cuerpo
la hoguera de muchas lunas
donde abrazados los dos
desafiamos el invierno...
Y cómo olvidar que eres antorcha
en mis noches sin luna y sin luceros
donde por caminos abandonados
sigo tus pasos ligeros
para saborear otra vez esa miel
que deja a mi corazón satisfecho.
Y cómo olvidar que fue por seguirte
que conocí las tempestades en los cielos
y el poder de los rayos traicioneros
porque cuando más te amaba
saliste huyendo de mis brazos
mientras los tuyos me llevaban prisionero.
Efraín Gutiérrez Zambrano
De su poemario Alquimia del Amor