Gerardo Barbera

EL CANTO DE UNA DIOSAS

La vida es sentir la pasión de tu silencio,

una brisa extraña se esconde en tus sueños,

cada vez que me hablas, renace mi alma,

descubro el volar de miles de versos

que hablan de ti con amor, con empeño,

que dan la frescura y la calma

a las estrellas más lejanas del cielo.

 

Te contaré mis ilusiones cada noche,

cada vez que pueda besarte, que me calles.

Te miraré como quien mira un tesoro,

así, como se anidan las aves en primavera

viviendo en tu morada suave,

en las olas de celestiales coros,

donde el espíritu inmortal quisiera

morar en tus claros ojos.

 

Te regalo el pasar del tiempo eterno,

sonríe, que tu aliento ha vencido,

no hay en tus días de invierno

nada que el calor  de tu alcoba

no haga renacer, corazón mío,

dulce poema de esperanza y flores

que en la barca de rosas

cruzas en mi pecho los amores,

como sirena que canta en el río

las caricias infinitas de una diosa.