En el rustico andar de tu ausencia
ya rasgo la pálida esencia de los días de ayer,
cuando fue que nos vimos
acaso fue ayer
perdí la razón de este recuerdo
en las vanas pretensiones de añorar tus besos.
Pintan de blanco las estepas
los hongos del olvido ya han cumplido tu deseo,
rasgan los arboles sus hojas
en el fuerte viento,
tejen los cielos su gris velo
con la tenue lluvia de la paciencia,
rostros lejanos de la presencia
fingen estar bien en tu ausencia.
Cándidas son las manos de la tejedora
aquella que hace tus sueños eternos
los mas bellos deseos.
Ruines han sido las especies que tiñen
aquellas hojas enviadas
al atardecer de la tiniebla.
Rugen las aguas de la laguna
con sus lirios danzarines a cuestas.
Envolventes esencias de la presencia
del que eres y seras siempre
mi dulce amor esperado.