INQUIETUD EN MARES
Un barco en el letargo del puerto siempre está a salvo,
Pero zarpará a los sinsabores de sus horizontes vagos
Con su errante anhelo enardecido por las aguas ondulares
Cuyo limbo cotidiano, sólo aquieta de inquietud en mares.
No hay nostalgia a la sombra vivaz de su fuga alucinante
Porque ya urdido el destino para el que existe rebosante,
El barco erguido y soberbio sin frustrar el duelo en giros
Templa las ciegas olas en elación de su espíritu encendido.
¡Oh virtud la de su grandeza! que sabía a mi alma impetra,
Cuando a injusticia, dolor, injuria y yerro que deja la senda
Con culpa y con resabio, gimo de miedo y cobardía cruenta.
Ansío fúlgida la coraza, seguir viviendo el tiempo que me resta,
Como el barco indómito que ningún huracán su ímpetu doblega
Y aún en astillas, su mástil impávido a los lejanos puertos llega.
© Derechos reservados
Propiedad intelectual Lucero Moscoso