Cuando nos enamoramos el cielo tocamos con las manos
Todo a nuestro alrededor tiene brillo y color
Las flores todas esparcen su aroma
Las aves entonan melodías amorosas
El cielo se viste de gala, la luna nos guiña desde su altura
Las estrellas acompañan nuestros sueños…
Sueños de ternura, pasión y lujuria.
Sólo se oye el canto de sirenas que a la arena
vienen a espiar nuestras caricias.
El mar se torna calmo y a la vez bravío
acompasando nuestros devaríos.
La tristeza se fue de vacaciones,
se alojó en la casa de Doña Soledad.
La noche es la aliada perfecta, encubridora
silenciosa de aventuras amorosas.
La magia es amiga incondicional de susurros y caricias,
Los besos se tornan medicinas imprescindibles para la vida.
Cuando estamos enamorados vivimos en el mismo Edén…
que la fuerza del amor convirtió en paraíso terrenal…