No es que me atormente,
el no te pueda olvidar,
es que tu vida,
se incrustó,
tan dentro de la mía,
que me es imposible
podérmela sacar.
Y ya,
que no te puedo olvidar,
construiré,
dentro de mi esencia hechizada,
un altar de oro inmaculado,
con ribetes de diamantes azules,
custodiado,
por espíritus celestes,
y con flores,
de apego eterno,
para decorar,
el amor más honesto
y puro,
que ningún ser ,
jamás,
se pudo imaginar.