Vientos disfrazados de brisa
pasaron tan deprisa
ajándome la piel,
que al paso, me dieron pinceladas
de hojas calendarios
pintadas en mi sien.
Gocé y sufrí como cualquiera
y al cabo no hay manera
de hacer retroceder
al tiempo que corrió presuroso
en esos años mozos
de cabellos café.
Arrugas, la cuenta es progresiva,
sumar canas, es vida.
Es vida que se fué.