Alzhéimer
Se ha ido a lo perdido el cóncavo espejo
Que le describía cada esbozo de su cara,
De un escalofrío tan vacío como viejo
Cayó más vivo que muerto y se desampara,
De su don de imaginar su exilio
De la realidad y de sus límites,
Mientras sus recuerdos piden auxilio
Cuando calla el olvido “no grites”
Ya su ingenuidad no es inteligente,
Ni sus manos sabias
Ni los suyos son tan suyos,
Ya encontrarse cuando miente
Es dar razón a lo que agravia
Cuando negar no es cuestión de orgullo.
Daniel.