En el abierto corazón de la escampada caigo sin misterios
y es lo mismo que revelarme contra el juglar de sentimientos.
¿Quién quiere estar ya solo?
Si un solo instante alejados de la Vida
nos aísla por completo.
Allí nada el reconocimiento de la paz
Extemporáneo bajo un nidal de nubes
Agotado entre el viento presuroso hacia la otra orilla
En donde la segura realidad aguarda.
Nada, nada parece haber sucedido
La gustosa emoción que hasta ayer probó mi corazón en exilio
Hoy se pierde saludablemente en el mar de algún auxilio
Y se mantiene a la deriva sobre la pequeña barcaza de este corazón...
UNO más a bordo
¿Y quién terminará de nuevo deslastrada?
Quizás de nuevo LA RAZÓN