Encontré
este lugar abandonado
donde las palabras agonizan
en el silencio de la noche.
A este rincón aislado
llegué un día
con el alma mustia
y el corazón adormecido.
Aquí encontré palabras,
encontré la vida que me visitaba
dando señales escondidas
y fundidas en versos exaltados,
en versos trepidantes,
en versos malheridos.
Encontré palabras encendidas,
encontré pájaros agonizantes
y soles inflamados
y lunas taciturnas
y vidas intrincadas
y corazones ardiendo
en el ocaso.
Encontré la muerte
acechando en la penumbra.
Encontré un pedazo de tierra
y un segmento de cielo
y una envoltura solar.
Encontré el pasado y el futuro
y el presente clamando por la vida.
Aquí encontré palabras…
Aquí me quedo.
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