El viento trajo ilusiones
en una maleta
con doscientos candados,
el mar se llevó canciones
que no volveré
a escuchar en esta vida,
el temor se llevó a la tristeza
y la soledad
asesinó a ambas,
la noche conquistó a la luna,
el silencio
cautivó mi locura
Perdí mi voz
Perdí mi rayo de sol
Perdí mi brújula
Perdí mi reflejo solitario
Las palabras y sonrisas
las tengo guardadas
el al baúl que está
sellado con una simple canción,
el frió toca la ventana
y te agradezco por no
abrirle una esperanza
a la muerte,
a la tristeza
y al encanto de las hadas
que buscan el amor
donde quedo el recuerdo