Ayer igual que antier
como en la semana pasada
mis sentimientos pegue en todo
lo que a mi alcance estaba.
Pero cuando tú me hablas
la emoción me asciende
que circulando por mis venas
la felicidad me emprende.
Pues este amor de loco
me impele para buscarte
y me atisba de gallardía
cuando locuras grandes
Ve que el amor perfecto
es frágil como las flores
es fuerte como el torrente
y duro ante los ciclones
Si a ellos tu les has visto
que con indicios te han dicho tonta
que me dejes y te concentres
pues ellos no lo soportan.
Y no es por evanecer
pues cuando tu familia me ha hablado
que prefieren un feo responsable
y no un guapo aprovechado.
Y porque fingir que estoy cuerdo
cuando estoy totalmente loco
¿porque me enseñaste a ser loco
y ahora me quieren cuerdo?
Pero es que el amor que siento
tú me lo contagiaste
y hoy te lanzo la culpa
de no dejarlo un instante.
Y como izar los cometas
así se eleva mi anhelo
de querer tenerte un momento
de añorar tenerte por siempre.
Pero es nuestro amor solemne
la dulce ficción vivida
la beldad dormida en el pecho
y hasta la pena en la locura hecha.
Pues entre la ficción y lo loco
preferimos la dulce vida
ya que eso apaga la pena
que sentimos por la locura
¿Cuál será nuestro caso?
pues por allí hay quien dice
que el amor es locura en sabios
y es sabiduría en locos.
Y aunque somos un dúo loco
tenemos sabiduría
la sabiduría loca
que cegó al amor para siempre
después que concluyendo el juego
cuando tras los verdes rosales
la locura agito los tallos
que hirió los ojos normales.
Por eso el amor es ciego
y la locura siempre acompaña,
es por eso que amamos tanto
y las locuras siempre nos bañan.
Y terrible es la tortura
al no gritarte “te amo”
o al comportarme maduro
al estar ante tanta gente.
Cuando la hora establecida
es la menos respetada
y la puerta que la cierran
es la que siempre es burlada.
Pues yo te di el significado
que una rosa contempla
y al rosarla con tus labios
mi gran denuedo apacientas.
Por ti aprendí a trasnocharme
y a abrir puerta con cerrojos,
o a mentir muy amablemente
usando como arma mis ojos.
Te eres la sazón de mi pecho
nuestra historia el ajedrez de mi vida
por ti como alfil me la juego
en un movimiento suicida.
Y si yo fuere ese trofeo
al que en cartas audaz triunfaría
pues la partida tu ganarías
con la majestual flor corrida
tu habitas en mis pensamientos
de mi ser eres la razón,
te escribo mi pago grato
pues tu calmas mi pasión.
Te cuento que ocupas tanto
lugar en mi corazón,
y eres el centro bello
del símbolo del amor.
Tu eres la excusa ufana
que causa mi palpitación
porque tú y solo tú eres
eres mi loco corazón.
Las palabras que yo te parlo
son siempre el correlativo,
pues participan en expresiones
mis cinco benditos sentidos.
Cupido con arco y flecha
gran renombre dio a Grecia
y en el blanco da al primero
que este en cualquier diligencia.
(Bueno) Decirte poco hago
con escribirte estos textos
incluyendo alguna experiencia
de nuestro amor sin pretextos.