Caminando por aquel viejo sendero donde cada tarde pasa para ir a casa,
ahí donde el silencio se combina con el viento y el momento donde quisiera escuchar tu vos,
Hacer la combinación perfecta con sonidos con tu vos inigualable.
Ese sendero solido en donde las personas que pasan voltean a verme como nada,
en donde las flores bailan al ritmo de la brisa,
donde la aves se deslumbran con sus melodías acompañando cada paso que doy.
Vereda amplía, fría y a la vez templada y acogedora.
Vereda, propiedad de de las mariposas, de el tiempo y el de un destino juntos.