Soy un pordiosero del amor
mendigo de tus besos,
con las esperanzas raídas
y el corazón destrozado.
Me muero a pedazos, cada día,
mis tardes sin crepúsculos,
mariposas desteñidas.
Todo se ha nublado,
ha muerto la tarde
me ciñe el furor de la negra noche
como tu ausencia, Preciosa mía.
Me cansé de soñarte.
Mi ilusión tiene un agujero,
se ha vuelto amarga mi paciencia,
no hay refugio para mis sentimientos,
ni piedad para mis suspiros.
Mis sueños no tienen desahogo,
ni febril almohada para mi cabeza,
rondas eternas de ensueños,
un mal rincón para mi consuelo.
Ha volado tu amor como luciérnaga
que apaga sus luces románticas.
La flor ya no ríe en su capullo,
ni despunta el sol en mis mañanas,
me entierran mis tristezas,
me sepultan mis deseos,
soy como un árbol sin nidos.
Exisitir con este martirio:
¡ Es mejor morir de amor
que vivir sin tu cariño !
® Jaime García Alvarez