JONATHAN ROBLETO

Para una Amiga

Estando en mí cuarto, pensando en muchas cosas

Vino a mi mente un pensamiento absurdo y   monótono,

Recordando simples momentos, recordando simples palabras,

Pensando en quien no debía,

Divagando en mis azules emociones

Soñando con la luna y las estrellas

Bajando de nubes y arcoíris

Pensando en un gesto, una palabra y un suspiro…

Que me robaron el aliento….

 

Desde hace mucho tiempo, deambulaba por mi mente,

Una idea tonta,  y un pensamiento que nunca tuvo que existir,

El enamorarme de una de mis mejores amigas,

Que a mis suspiros descontrolo…

Enamorarme de la luna de sus ojos, de su aliento,

El sentirla tan  cerca, y a la vez tan lejos...

El sentir su mirada, y sentir su presencia.

 

Pero vaya que mi idea fue absurda….

Porque conocía a mi amiga desde tiempos,

Y sabía que entre ella y yo

No podía haber nada… simplemente porque éramos

Amigos.

 

Siempre respete las reglas de la vida,

Pero de todas la que menos quería respetar,

Era esa de no enamorarse de los amigos,

El sentirla tan cerca, me hacía olvidar las reglas,

Y olvidar las leyes.

Admirarla en silencio, suspirarla desde cerca,

El más puro sentimiento, descubierto por mi corazón.

 

Ella no sabía mis emociones, mis secretos e ilusiones,

Todas mis frases, poemas y versos,   los tomaba de broma…

Pensaba que yo le decía todas esas verdades   y maravillas, para hacerla reír,

Pero desde el fondo de mi alma, todas las letras salidas,

De mi boca se las decía de corazón.

 

Me sentía tan desilusionado por lo que ella pensaba,

Que decidí probar, si ella sentía,

Algo de lo que yo sentía por ella, quería saber

Si ella sentía, el universo de mi mirada, el mar de

Mis suspiros,

Decidí robarle un beso…

 

A ella le gustaban mis poemas y versos,

Y decía que eran muy buenos,

Pero no creía que se los escribía a ella

De corazón…

Escribiendo y dedicando cada uno de mis versos,

La cite bajo las estrellas,

En una colina muy hermosa,

Para declamarle una de mis más recientes obras.

 

Estando los dos en la colina, bajo el cielo infinito,

Bajo la luz de la luna,

Bajo el universo de cristal….

Fue ahí donde le declame una de mis  recientes obras,

Y acercándome lentamente,

Observando su mirada, sintiendo su aliento,

Suspirando el mismo aire, juntamos nuestros labios

Y nos dimos un beso, fue tan grato el sabor de sus labios,

Que la vece tantas veces bajo el cielo infinito…

Sentía que el mundo había sido solo para los dos,

Ella me miraba y yo más la besaba.

 

Con ese beso tan maravilloso,

Me di cuenta de que ella,

Sentía algo más profundo de lo que yo sentía

Por ella,

Y me di cuenta de un gran misterio   y una gran verdad.

Que mi pensamiento,

No fue tan absurdo después de todo

Y

Que ella siempre tomo en cuenta mis poemas

Y versos.

 

También me di cuenta

De que el amor si existe, que no hay reglas para el amor

Y

Que la manera más hermosa

De comprobar

Este lindo sentimiento es un beso.

Y me di cuenta que no hay idea absurda

Ni pensamiento ilógico para el que ama

Y

Siente el amor.