Fulgor de armonía que vaga en mi vida/
Cada día que te pienso me arrepiento de tu ida/
Mi pobre alma piensa deprimida/
Que tú me devolverás mi felicidad perdida/
Es preciso recordar tu belleza en la arenilla/
Como una inexplicable primavera de maravilla/
Como olvidar tu devoradora roja boca/
Que con una deslumbrante fascinación me provoca/
Lo más fantástico tenía que aparecer/
Eran tus ojos que parecían ver un precioso atardecer/
Que me hacia permanecer en una ilusión/
Llena de sensaciones que resucitaban mi emoción/
Igualar tu beldad dama querida /
Como encontrarte lejana y jamás permitida/
Tan solo mi inútil conciencia/
Me revela tu inexplicable presencia/
Zafio corazón que con dolor me arremete/
Con pensamientos equívocos de algún día tenerte/
Pero vuelvo a mi apagada realidad/
Para encontrarme que tu jamás estarás de verdad/
Día especial de tu única natividad /
En donde florezca tu felicidad /
Que el cielo te recuerde que te quiero/
Y que las estrellas te digan que te espero/
Imaginable destino que me castiga/
Ya que mi subconsciente siempre me fatiga/
Por lo que mi conocimiento no olvida/
A ti mi atractiva y magnifica melodía /
Amaría que este día sea de mucha prosperidad/
Y que este poema permanezca hasta la eternidad/
Que cada palabra se guarde en estos versos/
Ya que eso son mis agónicos anhelos/