Ella
caricia furtiva
que se esconde en la brisa,
en silencio se acerca
y a tu piel eriza,
evocando los deseos
retenidos en tus valles y senderos,
iniciando una llama que envuelve
y consume tu cuerpo.
Ella
saborea y toma
todo lo que anhela,
se adueña
de todo lo que su piel desea,
ella, es un ladrona que invade tus sueños
y no se disculpa
por amarte en cada uno de ellos.