Es pasar por la vida con una ingenua calma
entre el todo de todas las humanas íntigas;
Es mirar con los ojos abiertos hasta el alma,
las pupilas amigas.
Es lanzar tras las aves que se van en bandadas,
una mirada nueva de asombrada aventura,
es hablar con el agua de las fuentes cansados la primera frescura.
Es sentir por la muerte de una flor o de un ave,
y gozar la sonrisa de las cosas pequeñas,y
tener ante el mundo diplomático ,y grave dos
pupilas risueñas.
Es llevar en las manos,semillas de esperanza y de amor,frente al odio la inquietud y el espanto y lanzarlos al viento,como la fuente lanza sus cristales de canto.
Es leer en las ondas espaciales siderales,
esos nombres que escriben las estrellas distantes,
es guardar en los ojos confiados y leales las miradas de antes.
Es oir que les cuentan al viento cada hora,
las campanas amigas en la voz de los trances,
es llevar simplemente en el cuerpo de ahora aquel alma de siempre.