Se consume todo a cenizas en mis dedos,
el tiempo tambien lo hace, inexpugnable.
Envuelto en solitaria oscuridad, el silencio es silencio,
no hubo ni queda nada...
Miro atrás y recuerdo todo de lo que no fuí capaz y vuelvo,
siempre vuelvo trás mis pasos
(como si eternamente revivir mis errores sirviera de algo).
No te atribuyo culpa alguna ni nunca lo haría,
sé que todo acontecimiento no-ocurrido fué parte de mi cobardía, fuí débil.
Trato de convivir con esta situación que presiona mi musculo principal,
aquél pedazo de carne que algunos llaman corazón,
un montón de vacío que me acribilla regularmente,
del tamaño de un puño que me persigue,
que día trás día me recuerda que no te tengo,
que duermes en los brazos de otro, que respiras y vives de la respiración de otro, que no te tengo y no te tuve, que las ganas y sentimientos acumulados en el tiempo hasta ahora no son suficientes.
Hoy me doy cuenta de todo, aquí sentado en el borde de la ventana de un hotel barato, acompañado de oscuridad me fumo un cigarro y me lamento...