Un día , como todos los días , sali hacia
el trabajo , el tráfico en las ciudades
pequeñas , se hace voluminoso , la gente
se alborota , la paciencia a pocos acompaña ,
yo como siempre , con música de ópera marchaba ,
me vigoriza el entorno , me transporta a estados de
calma , las voces me deleitan mis sentidos , mi
mundo transcurría en paz , un golpe en la parte
de atraz del vehículo , me sacudió , el retrovisor
me lo confirmó , alli estaba ella , con el rostro de
pena por el percance , me bajé , observé el golpe ,
esa suave voz dijo , señor disculpe , me distraje ,
por favor , acepte mi tarjeta del seguro , y
conversemos a un lado , dije , está bien , el
representante de la compañía llegó como raras
veces , pronto , la charla ya había sido encausada ,
a rumbos de conocernos , me dijo acépteme un
café , no quiero terminar este fortuito incidente
con un adios , si acepto , dije , despues terminé
diciendo nuevamente acepto y hoy , ya somos
seis en el hogar .
Asi es la vida , nos encontramos para seguir
gozando esta maravillosa existencia .