Su nombre por todos conocidos,
su amor es grande e infinito,
el único que perdona al arrepentido,
y de bendiciones le colma.
Perfección de cuerpo y alma.
Con sus manos hizo el molde,
que cocino a sus hijos,
a imagen y semejanza.
Dio luz a la oscura soledad,
dio a la vida un toque especial,
llenando al corazón de felicidad.
Platicando con el me encontraba,
y triste el alma tenia,
-Dijo-que si buscaba consuelo,
detenidamente al cielo mirara
y sus manos sobre mi posaría.
Como el alba borra la niebla,
el borra los problemas,
calma el hambre al mendigo,
porque es carne viva en su palabra.
Amaneceres esplendorosos,
a diario nos regala,
con música de nocturnos animalitos,
arrulla al mundo cuando duerme.
El amor es su letal arma,
la paz su fiel compañera,
el es la vida eterna,
el amigo del alma.