El norte de mis recuerdos
en mi corazón habitan,
los besos y las caricias
que ayer me enviabas.
Hoy mi norte sigue vivo
esperando desde el sur,
aclamando tus suspiros,
tus palabras y
tus quejidos de amor.
En el norte de mis noches
tu eres mi resplandor ardiente,
haces que brote en mi piel,
rosas rojas de pasión
y deseos de poseerte.
Tu norte unido al mío
forman un sur,
jugoso y de pasión,
ardiente y enamorado
cuando tu me hayas besado,
tu norte será mi sur.
Extiende tus brazos hacia mí,
rodea con ellos mi cuerpo
une tus labios a los míos,
en un tierno y dulce beso.
Cuando mi piel, sea tu piel
tus ojos sean mis luceros,
que alumbren mi madrugada
soñadora, triste y solitaria.
Rosario Ayllon.
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