A pesar de que
entre nosotros,
los dos,
había algo especial…
no sentí el amor,
yo,
pero sentías algo
muy fuerte,
tú.
En las calles,
siento tu presencia
llevándose a la mía
y es entonces cuando
te empiezo a extrañar.
¡Muy raro
extrañar a quien
ya no está
cuando ya no
estoy yo misma!
Siempre
pasábamos juntos,
los dos,
ensimismada
y abstraída del mundo,
yo,
entusiasmado
con lo que no sería,
tú.
En las tardes,
siento la melancolía
de una vida que expira
y es entonces cuando
te empiezo a extrañar.
¡Imposible
ausencia de quien
nunca pensé
que a mi lado
no estaría jamás!
Decidimos
el evitable destino,
los dos,
culpable
y decepcionada,
yo,
odiando
y queriendo,
tú.
En mi vida
siento un vacío
de algo que no me llenaba
y es entonces cuando
te empiezo a extrañar.
¡Triste añoranza
olvidarla debo,
pues no se puede
esperar a alguien
que siempre regresará!