Cuando todas las mañanas saltas fuera del paisaje
de la tibieza del lecho que en la noche te abrigó,
y retomas los caminos de los urbanos parajes
y te metes en el cuento de otros para dar amor,
te conviertes en el ángel de la guarda de quien pase
por tu puerta y solicite lo liberes del dolor,
y con tu sabia palabra te entregas en lo que sabes
y al entregarte se advierte que tu grandeza es mayor.
Y así vas todos los días en la cíclica rutina
de tu vaivén de abejita que hace mas dulce la vida
a quienes a tus saberse se acercan para crecer,
y así será hasta que un día no te pares en la esquina
en espera del transporte que te lleva, bendecida,
a dar a tus semejantes tu nobleza y tu saber
fernandocardonakaro