efraguza123

MARINERO

 Obedecí a la obstinación

que me desborda

y atracó en mí el bálago

para delinear la angustia

desnuda y esparcida

sobre las genillas de mis ojos.

 

En obediencia al maleficio

que causóme la pasión

me hice hombre de mar

y di a mi alma brillo

con furtivos besos

de huellas al andar.

 

Llegué a la playa abierta

para enfrentar a los piratas de la niebla

que exhibían en sus mástiles

las cruces de mis sueños.

 

Los golpes de pendiles eran escoriaciones

en pléyades saladas

y en la distancia a que me hallaba

sólo veía espectros

de coralíferas incógnitas

que sobre las crestas de  las olas

cabalgaban.

 

Efraín Gutiérrez Zambrano

De su poemario Molinos de Fuego