La vida no es la suma de las veces que respiramos, sino las veces que nos quedamos sin respirar.
A Juan Manuel Acosta.
Respuesta del unicornio
Querido muchacho que te admiras de mi grandeza,
Yo también te he querido en secreto desde que pose mis ojos en ti
Te he seguido sigilosamente entre los días para que no te me escaparas
Más he tenido la desdicha de perderte con los años.
No me veas ahora con este aspecto deplorable,
Son las desdichas que llevo desde el momento en que te perdí
Los años y sus tormentas me han castigado, pero he persistido en encontrarte.
Todos los días rogaba a los dioses que me devuelvan a mi amado
Imploraba que me entregasen un segundo de felicidad a tu lado
Más en vez de eso me azotaban con la soledad
Y tuve que cargarla durante mucho tiempo
Sol tras sol, luna tras luna, te amo tras te amo.
Pero no me he rendido a pesar de mis infortunios
He querido recuperarte a toda costa
Sentirte de lejos
Amarte de lejos
Oh Dios, como deseo ser como el.
Oh Dios, déjame regalarle la rosa de mi pecho.
Déjame galopar a su lado,
Déjame ser feliz con mi amado.
No me veas en este estado muchacho de mis sueños
Mas deja que el viento me lleve a donde no hay dolor,
Donde mis lágrimas puedan ver la magnificencia del sol sin miedo a desaparecer en su luz.
Déjame ser tu corazón fogoso, déjame ser.
Por mas que quiera levantarme ante la vida y demostrarle que no me ha vencido
No puedo tomar del aire un suspiro que me de la fuerza.
Llévame siempre contigo, llévame en mi rosa,
Ámame como nunca has amado a nadie
Y solo así seré libre.
Ya es tarde para tus lamentos, galopare en otros campos
Donde la tierra quede en mis pisadas y en mi amor tú quedes grabado.