Has sentido que te falta el aire
Has luchado contra las ganas de llamarla
Te has arrepentido por haberlo hecho y no haber dicho nada
Sueñas y te das cuenta que tu mejor sueño fue pronunciar su nombre
Despiertas con las ansias de verla y decirle que la amas
Pasan los minutos y nuevamente te acobardas.
Cuando la ves aunque sea de lejos
Tu cielo se vuelve transparentemente puro
Y un océano de ideas vaga por tu mente
Esperando decirle algo, pero pasa el tiempo
Y ya se ha ido, te has quedado congelado.
Ves su fotografía y te imaginas plasmado en un recuerdo
Juntos y con alegría esperando el amanecer
Admirando las estrellas del firmamento
Y rogando por un atardecer.