Me gustaría que estuvieras aquí
y me descocieras esta prejuiciada piel
con tus dientes y tus uñas.
Que me invadieras con tus perversiones de sudor y saliva
emborrachando con tu perfume mi decencia
convirtiéndole en una puta presa de tu orgía de lujurias
guardadas en la humedad de tus sabanas desgarradas.
Veras, un caballero medieval en su armadura no quiero
pues no soy de las que temerosas que lustran espadas,
yo soy mujer guerrera de piel que no teme desenvainarla
para batallar de igual a igual en las contiendas del placer.