Porque mías eran tus mañanas,
Compartías tus penas y alegrías.
Me hacías reír y llorar.
Y te llegue amar, como eras, divertido juguetón.
Siempre solidario, sin hacer alardes de la gente
Que tú ayudabas.
Eras un niño en un cuerpo de hombre,
Pero eras un sueño para muchas mujeres
Que al igual que yo.
Cada día de la semana, nos regalabas tus mañanas.
Dejabas tu huella en cada, cosa que hacías.
Te disfrazabas y eras ser quien tú querías.
Pero el destino escribió el final de tu historia,
Después de estar conmigo como cada mañana
En la tarde tu volabas, hacer lo que tu hacías tan
Bien regalar tu bondad a quien lo necesitaba.
Con un grupo de amigos que eran como tú.
De corazón bondadoso.
Volaste tan alto amigo, qué no regresaste,
Las lágrimas nunca seran suficientes para llorar tu partida.
Me preguntaba… ¿por qué?
Ya no estabas y mis mañanas ya no
Eran las mismas.
La tristeza gritaba tu nombre.
Y tu ausencia se hiso eterna.
Llore tú partida y hasta ahora
Me pareces que llegaras de algún lugar
Del mundo, para calmar el dolor de perder a un amigo.
¿Porque la muerte?.....
Te llevo de este mundo si eras tan joven
Y un ser con una luz, qué nadie remplazara.
Tú eras único y nunca te olvidare,
Porque te quiero, desde siempre
Mi amigo del alma.
La muerte te llevo de mi lado,
Pero de mi corazón la muerte jamás te arrancara.
Tú serás eterno en mi vida y por siempre
Lo serás.
Porque tú eres de esos amigos difícil de olvidar.
Te quiero Felipe, no quiero decirte adiós
Porque tú siempre vivirás en mi corazón.