Enredado en mi profunda soledad
Tu fina estampa se dibuja y me dibuja
El olor y sabor a ti, que aún me embruja
Me das sal, me das vida para navegar
Las aguas de éste vasto río, nuestro amor,
Donde cada vez que te imagino
No hay pensamiento que no se tiente
Ni manos húmedas que se resistan
Eres mía y no eres, cazadora paciente de mis sueños
De alta belleza que me anima y de la que nadie
Me liberará, sino el alto cielo que tu alma inspira