ivan rueda

EL POEMA DE MI PADRE

 

Mi padre sólo escribió un poema

en su viaje por las calles submarinas,

un único poema, una epopeya

que ni Homero o Virgilio igualarían.

En sus versos hubo amor,

a veces lágrimas en carne viva,

hambre, penurias, dolor,

lunas llenas y alegrías.

Escribió así como ocho hijos,

una esposa ¡ santa esposa !

a la par de la María

y publicó cientos de letras

de un hipoteca infinita,

piso escaso y sin cuartel

para tanta infantería.

Rimó mares con océanos,

estrellas con invernías.

No estudió latín en los seminarios

ni las reglas de ortografía,

pues al ser hijo de un fusilado

por su ideal socialista

tratábanlo como apestado

en el régimen fascista

cuando había poca luz en España

y el niño pobre que no trabajaba, no comía.

Etapas de largas noches

y de tristísimos días.

Al crecer, puso su barco proa al futuro

sin pensar si se hundiría

en los fangos de aquellos tiempos oscuros

de convento y sacristía.

Madrugó, sudó, sufrió, luchó

hasta ganarle al destino la partida

escribiendo su historia civil

sin mester de clerecía.

Se hizo viejo con dos remos

en la boca de una ría

pescando recuerdos con su palangre,

con su memoria de volantilla.

Fue rojo hasta el final,

republicano y hoplita,

Herminio se llamaba el poeta

y su poema, su vida.