alexei

LAGRIMAS VERTIDAS.

Ojos cansados, semí cerrados, con sueño atrasado,

pies hinchados, botas húmedas, por el sereno,

cuerpo adolorido, seres hambrientos, largo ayuno,

labores cumplidas, en la jornada extenuante,

paso lerdo, lento, pausado, marcha tensa, hurgada,

mirada aguijoneada, fija en el horizonte vecino,

oídos como radares, prestos a escuchar el ambiente,

cualquier ruido ralo, extraño, manos prestas ya.

armadas, con los fusiles, r15, calibre.225, cargados.

 

Montañas llenas de veredas, cubiertas de arboles,

deshojados por el otoño, colores ocre, verde,

abetos y pinos en las partes altas, con follaje tupido,

entre llanuras, de altos pastizales, escarchados,

veredas enlodadas, agrestes, resbalosas, repechas,

clima escabroso, cambiante, sol de invierno,

quemante, pero sin calentar, sombra fría, helada,

noches rociadas, gotas de agua nieve crueles,

que quebrantan voluntades, mas no nos detienen.

 

Sueños despiertos, que calientan las osadías amadas,

cuando por fin descanse, mi cuerpo fatigado,

en el seno del hogar, en compañía de tu ser, tu alma,

cuando se acaben las lagrimas vertidas, solas,

en medio de la soledad innata, nacida de las labores,

que nos sume en un silencio, quebrado, roto,

por los balbuceos transportados, entre la corriente,

gritos silentes del clamor ansiado por ambos,

ya poder susurrar las palabras de amor en los oídos.