Dices estar en la encrucijada de la vida,
le juzgas el tiempo al amor,
te desesperas.
¿Ignoras que no hacen falta campanas para amar?
¿No has pensado como hace daño el reloj a la ternura?
Prefiero la entrega sin tiempo,
pues, como la noche sigue al día,
la ternura, es inminente
cuando las ansias se reparten
y a cada corazón le dan lo suyo,
si no, es mejor renunciar
que beber en copa vacía.