A Rosita Navarro E.
Por su gran paciencia
Dedico estos versos.
No tengo nada que decirte, ni versos
Para darte. Solo tengo. Callaos…!
Detrás de reyes magos
Vienen feroces sátiros a corear el corazón
del triste poeta.
Hipsipila si sigo es para cuenta
Rendir al hado, riego con bendita
Agüita, mi Rosa nueva de rojo rubí.
Optando por la realeza andas con capa
Imperial paseando sobre las calles de un
Trujillo Medieval.
Seré yo, tu Azul Príncipe? Viento a popa
Sopla fuerte. Al equilátero hieres.
Sin remedio ninguno – Prosigo –
Por eso niña Rosa os digo:
SER SINCERO ES SER IMPOTENTE
Mejor a la poesía, es la musa.
En cambio hoy las junto en una – Y una son. Utiliza
Sus ojos verdes y tu brillo para
Perder el lloriqueo del poeta suyo.
No tengo nada para decirte. El verbo
Florido fue asesinado ocultando el cuervo
Picotea el amarrillo maíz matando al
Soy el cáliz tomada a cada [Verbo
Misa por sacerdote pecador.
Sombras tan puras. Virginales como el silencio exclaman:
“Ego sum lux et veritas et vita!” Y la luz astral
Es una interrogante. Calman
Esta incomprendida vida. - Sufre mi intelecto
Bañada en agua Castalia.
Me encontré una perla en fondo marino
La niña Rosa tomada forma de Emperatriz. Y acudía
Cada cuantas llamadas le hacia,
Cristo Vallejo tiene sus marías – no quedo
Atrás – yo tengo rosas perfumadas. A la hora
De la hora (Mi lapida Perfumaran)
Lavando – purificando mi alma; rumbo
Al olimpo poético encaminare. – AMÉN -.