Mientras te observo detenidamente;
La mañana brilla, y no puedo evitar
Captar los patrones que revolotean
A tu alrededor…
Las líneas infinitas de la imagen
Que mis ojos revelan, es difícil no pensar
En Dios, en el pasado, en un ¿Por qué?
Y mientras hablas, con tu mate en la mano,
Todo se vuelve anómalo, el sonido pareciera
Menguar, y me sonríes… como si te escuchara.
Los colores toman potencia, me incomoda
La gravedad, me siento un extraño en el universo,
Y en eso me ofreces una galleta.
Quizás a veces me pierdo en tus ojos,
Y el prepotente cielo, me inspira a pensar
En nuestra existencia, en tu despreocupación
Por lo que siento.
Y sigues hablando, quizás no importa si presto
Atención a lo que dices, ignoras mi desinterés
En escucharte.
Entonces es cuando ineludiblemente desapareces;
Y todo se vuelve gris…
Tomo un lápiz, y una hoja;
Y casi perdido en el
Éxtasis de mi raciocinio, me voy…
A lugares desconocidos.
©Maximiliano José Cabrera.