El silencio de la noche me produce angustía.
Parece inevitable que mi pensamiento vuele y divague,
por los oscuros pasadizos de mi mente
recordando cada una de tus caricias y besos,
cuando recorrian mi cuerpo desnudo sobre la hierba fresca,
humedecida por el sereno de la noche.
Fueron tus manos las que esculpieron mi alma,
fueron tus zuzurros los que grabaron con fuego tu nombre en mi corazón
fueron tus detalles los que me elevaron hasta el cielo,
fueron tus promesas de amor eterno
las que robaron mi corazón entero, convirtiendo mi vida en un infierno.
Nadie me dijo que partirías,nadie me dijo si volverías,
nadie me dijo que el amor duele.
Nadie me dijo que dejas huellas
Como en el cielo nocturno, el brillo de las estrellas.
Solo me resta esperar que te decidas y vuelvas a mí
porque sé que no te perdí y
un sin fin de noches en vela bajo la luna plateada
han de ser mi testigo,
ante enorme castigo.