Te pareces al título de una canción
suenas como el dolor
y tu ritmo llora conmigo.
Definido en una melodía
tan perdido como encontrado en la memoria,
me permites escucharte escondido.
Estás en el viento y en el mar,
en la radio apagada del mostrador,
en la mirada de aquel niño explorador
y en este sueño que acaba de despertar.
Te pareces al título de una canción
no existe nadie como tú
que comprenda así mi corazón
ni vele por él cuando está dormido.