Esta nueva ilusión que es fresca y naciente
ha abierto nuevas esperanzas, ahora reciente;
pues anuncia un cambio y ya no es clamor
es realidad latente, nueva vida, es amor.
Es la esperanza obscura, distante y perdida
en su llegada lúcida, brillante, encendida.
Con la promesa nítida de un transparente porvenir,
cambio completo en el alma, en el sentir,
aliento renovante de la existencia… para vivir.
No es correr, por lo pronto y raudo salir del paso,
es tener para cada día la divinidad de un bello ocaso;
camino en piso alfombrado con el cielo,
con estrellas en las noches, luna, y días de sol sin revuelo.
Ilusión que apareces con rebosante seguridad
te presentas inaudita para borrar la maldad;
el pasado lacerante de alma, vida y corazón
lo eliminas con entregas que hacen llorar de emoción.
No hagas, nueva ilusión, que de ti me decepcione
llevándote este lozano amor y mi mundo se desmorone.
No traigas a mi existencia llanto, temor y tormento;
no quiero saber más de amores falsos o de algún sufrimiento.
Déjame con este amor, que sí es amor y respeto,
que me entrega el corazón y el corazón completo;
que da la vida entera y con la vida entera ama,
que no le importa dinero, cosas costosas o fama.
Déjame con este amor, - ilusión, - déjame la vida plena;
déjame con este amor, que este amor, vale la pena…
Alviz Neleb
Diciembre 09 de 2011
6:25 a.m. - Viernes