FIDEL HERNANDEZ

Desconcertados los recuerdos

Desconcertados los recuerdos

en la espesa niebla yo te busco,

pero no te encuentro…

 

Ya no eres mía

y me doy cuenta de ello

mientras que en esta noche fría

y por oscuras callejuelas me pierdo.

Sé que ya no eres mía

y mi postrer aliento

busca en  la agonía

acabar con el sufrimiento…

 

De mi cielo,

tú eras mi estrella;

de tu firmamento,

yo creí ser tu lucero.

De mi río

tú eras mi lecho

y con mi amor

yo  te llenaba de  tequieros.

Hacías de cada día,

un día eterno,

y de gozos y alegrías

llenabas todo mi tiempo.

 

¿Quién convirtió

en mortaja el sueño

de aquella ola?

¿Qué pasó

con nuestros anhelos?

¿Quién puso en tu boca

aquel lamento?..

 

¿Por qué te empeñas

en ser un fuerte viento

cuando de  mí te alejas?

¿Por qué no te conviertes,

al ver que ya muero,

en otra hoja de otoño

para mi frío invierno?

 

¿Por qué hoy yo te veo

como un huracán

que deja todo yerto?

¿Por qué en tus labios

lo único que leo

es hastío y sufrimiento?

¿Por qué  lo haces, amada mía?

¡Por favor, dímelo,

te lo ruego!

¿Por qué, amor mío?

¿Por qué…si yo aún te quiero

si yo aún te deseo,

si yo aún te venero

todos los días

en el ara de mis pensamientos?

 

Poco a poco, verso a verso

con mi ánima atormentada,

me convierto sin  quererlo

con  despojos de mí mismo

en luz, en mar o en vasto universo…

¡Ojalá sea pronto mi cuerpo

una sepultura vacía

para que sean tus besos

los que llenen una y otra vez

lo que no llenan los silencios!