Se desprende hoy,
la tristeza contenida,
se derrama de mis ojos,
sinceras lágrimas…
Borbotean; marcando del corazón,
cada latido, quemante,
vibrante, lleno de dolor…
Intento descifrar el motivo,
pero se nubla la mente,
vuelven recuerdos grises,
que ciegan hasta el alma.
El tiempo despiadado,
impaciente se dirige sobre mí,
reclamando, lo que pude
y no hice cuando feliz era.
Será acaso,
por eso me castiga,
a sufrir el abandono,
de la imaginación.
De la creatividad,
del amor verdadero,
de palabras dulces,
hilarantes y con ritmo.
Siento que no hay más que hablar,
más que decir, más que fingir,
solo hay tristezas y tragos amargos,
que circulan por donde camino.
Solo sin sabores,
que no deleitan pupilas,
que no ilusionan,
que no conmueven…
Que triste seguir en la vida,
con este sufrimiento mortal,
que calcina los pensamientos,
destruyendo lo construido.